Por Rodrigo Lupercio Riaño Pineda Experto en Educación
Llegar a los 45 años, participando del mercado laboral, ya sea como trabajador o como independiente es un motivo para celebrar, reflexionar y aprovechar para inyectarle un nuevo impulso a nuestras vidas.
Tal y como lo señalaba anteriormente, estar vinculado laboralmente a los 45 años en un país latinoamericano o ser parte clave de un proyecto productivo, se convierte en un privilegio, no solo porque las tasas de desempleo son altas para las personas de este grupo poblacional, sino también porque el número de ofertas laborales en las que pueden participar las personas de esta edad o mayores de 45 son reducidas en la región.
Por lo tanto, para triunfar en el mundo laboral después de los 45, es fundamental hacer un alto en el camino, mirar hacia atrás e identificar cuáles han sido nuestros aciertos y cuáles han sido nuestros fracasos, buscando con ello identificar las lecciones aprendidas y fortalecer nuestra estima soportándonos por supuesto en nuestra lista de éxitos, pero también recordando lo resilientes que hemos sido en la adversidad. Justo, es allí, cuando hemos caído y cuando hemos tenido que levantarnos, en donde las personas mayores de 45 años tenemos la fortaleza de haber desarrollado diferentes habilidades y recolectado herramientas personales y externas que nos hacen más competitivos ante una persona con nuestra misma formación, pero con 20 años menos.
El hecho de haber sorteado problemas complejos durante más de 20 años en el mundo laboral o en las arenas movedizas del emprendimiento, nos convierten a nosotros mismos en una fuente de conocimiento y en un manual viviente sobre cómo seguir adelante sin fracasar en el intento.
Sin embargo, para seguir adelante, para continuar siendo competitivos y poder ganarnos un espacio en puestos de trabajo calificado no podemos quedarnos dormidos sobre nuestras glorias pasadas, sino que se hace necesario continuar proyectándonos hacia el futuro y es allí en donde la educación continua y el desarrollo de nuevas competencias se convierten en la clave para mantenernos vigentes.
Vivimos en un mundo cambiante y solo si nos adaptamos a él, conociendo sus nuevos lenguajes y apropiando la tecnología que ha transformado la industria e incluso nuestras disciplinas, vamos a poder ser requeridos por otros para sumar en un proyecto laboral o de emprendimiento. Por lo anterior, es importante acercarse a grupos o mentores que tengan como propósito relanzar la carrera de personas mayores de 45 años, haciendo uso de un enfoque educativo andragógico, que valore la experiencia previa y que se centre en el desarrollo de competencias realmente necesarias para continuar creciendo en el mundo actual.
Lamentablemente, no hay una oferta académica formal centrada en la formación de personas mayores de 45 años, de hecho, el panorama en este aspecto es desolador, mucho más cuando actualmente se habla incluso del fracaso de las instituciones educativas para formar a los jóvenes que van a laborar en los trabajos del futuro.
Afortunadamente, internet está lleno de oportunidades y escenarios que pueden facilitar a los mayores de 45 ponerse al día con las habilidades que se requieren en la actualidad para seguir triunfando y en las redes sociales cada vez más aparecen mentores que pueden orientarte para alcanzar metas personales y profesionales después de alcanzar esta edad.
Finalmente, no debemos olvidar algunos elementos que también hacen que los mayores de 45 años tengamos ventajas competitivas sobre aquellos con menor edad. El primero de ellos es la red de contactos, pues durante 20 años o más de carrera, se han podido establecer múltiples relaciones con colegas y superiores que pueden brindarte nuevas oportunidades y también consejos valiosos y el segundo, es que tenemos mucha más experiencia equilibrando el trabajo y la vida personal, lo cuál nos permite tener más bienestar y por lo tanto toda la motivación para continuar alcanzando metas importantes por los próximos 20 o 25 años.
Tal y como lo señalaba anteriormente, estar vinculado laboralmente a los 45 años en un país latinoamericano o ser parte clave de un proyecto productivo, se convierte en un privilegio, no solo porque las tasas de desempleo son altas para las personas de este grupo poblacional, sino también porque el número de ofertas laborales en las que pueden participar las personas de esta edad o mayores de 45 son reducidas en la región.
Por lo tanto, para triunfar en el mundo laboral después de los 45, es fundamental hacer un alto en el camino, mirar hacia atrás e identificar cuáles han sido nuestros aciertos y cuáles han sido nuestros fracasos, buscando con ello identificar las lecciones aprendidas y fortalecer nuestra estima soportándonos por supuesto en nuestra lista de éxitos, pero también recordando lo resilientes que hemos sido en la adversidad. Justo, es allí, cuando hemos caído y cuando hemos tenido que levantarnos, en donde las personas mayores de 45 años tenemos la fortaleza de haber desarrollado diferentes habilidades y recolectado herramientas personales y externas que nos hacen más competitivos ante una persona con nuestra misma formación, pero con 20 años menos.
El hecho de haber sorteado problemas complejos durante más de 20 años en el mundo laboral o en las arenas movedizas del emprendimiento, nos convierten a nosotros mismos en una fuente de conocimiento y en un manual viviente sobre cómo seguir adelante sin fracasar en el intento.
Sin embargo, para seguir adelante, para continuar siendo competitivos y poder ganarnos un espacio en puestos de trabajo calificado no podemos quedarnos dormidos sobre nuestras glorias pasadas, sino que se hace necesario continuar proyectándonos hacia el futuro y es allí en donde la educación continua y el desarrollo de nuevas competencias se convierten en la clave para mantenernos vigentes.
Vivimos en un mundo cambiante y solo si nos adaptamos a él, conociendo sus nuevos lenguajes y apropiando la tecnología que ha transformado la industria e incluso nuestras disciplinas, vamos a poder ser requeridos por otros para sumar en un proyecto laboral o de emprendimiento. Por lo anterior, es importante acercarse a grupos o mentores que tengan como propósito relanzar la carrera de personas mayores de 45 años, haciendo uso de un enfoque educativo andragógico, que valore la experiencia previa y que se centre en el desarrollo de competencias realmente necesarias para continuar creciendo en el mundo actual.
Lamentablemente, no hay una oferta académica formal centrada en la formación de personas mayores de 45 años, de hecho, el panorama en este aspecto es desolador, mucho más cuando actualmente se habla incluso del fracaso de las instituciones educativas para formar a los jóvenes que van a laborar en los trabajos del futuro.
Afortunadamente, internet está lleno de oportunidades y escenarios que pueden facilitar a los mayores de 45 ponerse al día con las habilidades que se requieren en la actualidad para seguir triunfando y en las redes sociales cada vez más aparecen mentores que pueden orientarte para alcanzar metas personales y profesionales después de alcanzar esta edad.
Finalmente, no debemos olvidar algunos elementos que también hacen que los mayores de 45 años tengamos ventajas competitivas sobre aquellos con menor edad. El primero de ellos es la red de contactos, pues durante 20 años o más de carrera, se han podido establecer múltiples relaciones con colegas y superiores que pueden brindarte nuevas oportunidades y también consejos valiosos y el segundo, es que tenemos mucha más experiencia equilibrando el trabajo y la vida personal, lo cuál nos permite tener más bienestar y por lo tanto toda la motivación para continuar alcanzando metas importantes por los próximos 20 o 25 años.