El triunfo de Trump y sus posibles efectos en la economía colombiana
El pasado 5 de noviembre, Donald Trump fue elegido nuevamente presidente de los Estados Unidos con un amplio respaldo electoral. A pesar del buen momento que atraviesa la economía estadounidense en términos de producción, empleo e inflación, los votantes optaron por regresar el control de la Casa Blanca al expresidente Trump, apostando por un cambio en la dirección de la política nacional.
Los mercados reaccionaron de manera positiva: las bolsas globales mostraron un desempeño estable y el dólar estadounidense se fortaleció. Sin embargo, la pregunta crucial es: ¿qué podemos esperar en términos económicos y geopolíticos una vez Trump asuma el cargo?
América Latina y Colombia, fuera del radar
Durante la campaña, América Latina y Colombia estuvieron prácticamente ausentes del debate político en Estados Unidos. La región sigue siendo ignorada por el vecino del norte, y la posible designación de Marco Rubio como secretario de Estado no cambia esta realidad. Aunque Rubio tiene vínculos con la región, estos no garantizan que Latinoamérica será una prioridad para la nueva administración republicana.
No obstante, la falta de mención explícita no implica que las políticas de Trump no afecten a Colombia. Entre los puntos clave está la posible intensificación de la guerra comercial con China, lo cual podría tener consecuencias indirectas sobre nuestra economía.
Guerra comercial y sus efectos globales
Desde su primer mandato, Trump inició una política de aranceles elevados hacia las importaciones chinas, argumentando que el comercio bilateral perjudicaba a Estados Unidos debido a prácticas anticompetitivas por parte de China. Esta escalada arancelaria —que continuó parcialmente durante la administración de Joe Biden— encareció los bienes importados, afectando a consumidores de ambos países y al comercio mundial.
Dado que Estados Unidos y China son los principales socios comerciales del planeta, un recrudecimiento de esta guerra comercial impactaría a terceros países, incluidos socios como Colombia. Aunque nuestro país tiene un tratado de libre comercio con Estados Unidos, no está exento de posibles revisiones arancelarias. De hecho, Trump ha mencionado la posibilidad de revisar aranceles para países como México, lo que podría anticipar una política más proteccionista en general.
Además, el gobierno colombiano, liderado por el presidente Petro, ha solicitado revisar el tratado de libre comercio con Estados Unidos tras más de una década de vigencia. Sin embargo, en un escenario de tensiones comerciales y de aislamiento político, Colombia no representa una prioridad estratégica para Washington. Por lo tanto, cualquier cambio podría afectar nuestra economía de manera significativa, especialmente en sectores dependientes del comercio exterior.
Geopolítica e implicaciones para Colombia
En el ámbito geopolítico, la postura de Trump en su primer mandato se caracterizó por un enfoque de no intervención y cierto aislamiento, evidenciado en su actitud hacia la OTAN y otros organismos internacionales. El problema actual, es que para esta segunda etapa la coyuntura global ha cambiado: los conflictos activos en diversas regiones requieren la participación activa de Estados Unidos. Si Trump decide mantener una política de retraimiento, esto podría desestabilizar el sistema internacional que ha prevalecido desde la Segunda Guerra Mundial, generando incertidumbre global.
Para Colombia, uno de los principales riesgos es la posible descertificación en la lucha contra las drogas. Marco Rubio, crítico de la administración Petro, ha señalado repetidamente el aumento de los cultivos ilícitos como un problema grave. Esta situación podría poner en peligro la ayuda que el Congreso estadounidense asigna cada año para combatir el narcotráfico, un golpe potencialmente devastador para los esfuerzos de seguridad y cooperación bilateral.
Un llamado a la acción diplomática
El segundo mandato de Trump plantea retos significativos para Colombia en términos comerciales, políticos y de seguridad. Ante un panorama incierto, nuestro país debe reforzar los canales diplomáticos con Washington para mitigar el impacto de las políticas proteccionistas y garantizar que nuestros intereses sean defendidos en las discusiones bilaterales.
Colombia no puede darse el lujo de ignorar los posibles efectos negativos de una guerra comercial prolongada o de una política exterior estadounidense más aislacionista. Es el momento de anticiparse y preparar una estrategia integral que permita navegar en este contexto global complejo y desafiante.
El pasado 5 de noviembre, Donald Trump fue elegido nuevamente presidente de los Estados Unidos con un amplio respaldo electoral. A pesar del buen momento que atraviesa la economía estadounidense en términos de producción, empleo e inflación, los votantes optaron por regresar el control de la Casa Blanca al expresidente Trump, apostando por un cambio en la dirección de la política nacional.
Los mercados reaccionaron de manera positiva: las bolsas globales mostraron un desempeño estable y el dólar estadounidense se fortaleció. Sin embargo, la pregunta crucial es: ¿qué podemos esperar en términos económicos y geopolíticos una vez Trump asuma el cargo?
América Latina y Colombia, fuera del radar
Durante la campaña, América Latina y Colombia estuvieron prácticamente ausentes del debate político en Estados Unidos. La región sigue siendo ignorada por el vecino del norte, y la posible designación de Marco Rubio como secretario de Estado no cambia esta realidad. Aunque Rubio tiene vínculos con la región, estos no garantizan que Latinoamérica será una prioridad para la nueva administración republicana.
No obstante, la falta de mención explícita no implica que las políticas de Trump no afecten a Colombia. Entre los puntos clave está la posible intensificación de la guerra comercial con China, lo cual podría tener consecuencias indirectas sobre nuestra economía.
Guerra comercial y sus efectos globales
Desde su primer mandato, Trump inició una política de aranceles elevados hacia las importaciones chinas, argumentando que el comercio bilateral perjudicaba a Estados Unidos debido a prácticas anticompetitivas por parte de China. Esta escalada arancelaria —que continuó parcialmente durante la administración de Joe Biden— encareció los bienes importados, afectando a consumidores de ambos países y al comercio mundial.
Dado que Estados Unidos y China son los principales socios comerciales del planeta, un recrudecimiento de esta guerra comercial impactaría a terceros países, incluidos socios como Colombia. Aunque nuestro país tiene un tratado de libre comercio con Estados Unidos, no está exento de posibles revisiones arancelarias. De hecho, Trump ha mencionado la posibilidad de revisar aranceles para países como México, lo que podría anticipar una política más proteccionista en general.
Además, el gobierno colombiano, liderado por el presidente Petro, ha solicitado revisar el tratado de libre comercio con Estados Unidos tras más de una década de vigencia. Sin embargo, en un escenario de tensiones comerciales y de aislamiento político, Colombia no representa una prioridad estratégica para Washington. Por lo tanto, cualquier cambio podría afectar nuestra economía de manera significativa, especialmente en sectores dependientes del comercio exterior.
Geopolítica e implicaciones para Colombia
En el ámbito geopolítico, la postura de Trump en su primer mandato se caracterizó por un enfoque de no intervención y cierto aislamiento, evidenciado en su actitud hacia la OTAN y otros organismos internacionales. El problema actual, es que para esta segunda etapa la coyuntura global ha cambiado: los conflictos activos en diversas regiones requieren la participación activa de Estados Unidos. Si Trump decide mantener una política de retraimiento, esto podría desestabilizar el sistema internacional que ha prevalecido desde la Segunda Guerra Mundial, generando incertidumbre global.
Para Colombia, uno de los principales riesgos es la posible descertificación en la lucha contra las drogas. Marco Rubio, crítico de la administración Petro, ha señalado repetidamente el aumento de los cultivos ilícitos como un problema grave. Esta situación podría poner en peligro la ayuda que el Congreso estadounidense asigna cada año para combatir el narcotráfico, un golpe potencialmente devastador para los esfuerzos de seguridad y cooperación bilateral.
Un llamado a la acción diplomática
El segundo mandato de Trump plantea retos significativos para Colombia en términos comerciales, políticos y de seguridad. Ante un panorama incierto, nuestro país debe reforzar los canales diplomáticos con Washington para mitigar el impacto de las políticas proteccionistas y garantizar que nuestros intereses sean defendidos en las discusiones bilaterales.
Colombia no puede darse el lujo de ignorar los posibles efectos negativos de una guerra comercial prolongada o de una política exterior estadounidense más aislacionista. Es el momento de anticiparse y preparar una estrategia integral que permita navegar en este contexto global complejo y desafiante.
Autor: Andrés F. Giraldo Palomino - Profesor Asociado del Departamento de Tecnología
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